Capítulo 11
Un partido inolvidable
A
ojos de Jacob
Seguí sin comprender el porqué solo jugaban béisbol
cuando había tormenta seca, a lo que Edward respondió.
—Ya te darás cuenta del porqué. —El joven me palmeó el
hombro y fue a tomar su lugar como jardinero central mientras que Esme,
acercándose a mí, me tomó del brazo.
—Uy… qué cálido eres, mi niño —alegó ella al sentir mi
calor corporal, a lo que simplemente sonreí, dejando que ella me guiara hasta
el home, colocándome una gorra.
—Estos niños son bastante tramposos así que tú trata
de tener los ojos bien abiertos.
Asentí percatándome que sería el catcher y ampáyer al
mismo tiempo, observando a Emmett y a Edward, los cuales se empujaban y
jugueteaban entre ellos, mientras la rubia se acercó a mí, mirándome de mala
manera. Tomó el bate, y colocándose en posición de bateo, asintió a Alice,
quien era el lanzador, haciéndole saber que estaba lista.
—Es la primera vez que jugarás limpio, Alice… con el
can acá debes estar más ciega que un murciélago a plena luz del día —soltó
Emmett tomado su puesto en tercera base mientras que los demás sonreían, salvo
Jasper, quien siempre se encontraba serio.
Alice no dijo nada, y tomando posición, hizo el primer
lanzamiento, a lo que la rubia dio el primer batazo, el cual retumbó como el
mismísimo trueno que se había escuchado minutos antes, sonriendo al comprender
al fin el porqué jugaban solo cuando había tormenta.
La rubia salió corriendo a gran velocidad, mientras
Edward se desplazó como bólido detrás de la pelota, la cual se adentró al
bosque entre los árboles, de donde el chico volvió rápidamente, arrojándome la
pelota, saltando lo más alto que pude, atrapándole con el guante y agachándome
justo cuando la rubia llegó a la cuarta base, soltándole mientras reía con
malicia.
—Quieta… estás fuera, linda.
Le guiñé un ojo, a lo que la chica me rugió, mientras
que Carlisle me palmeó el hombro, notificándole a Rosalie.
—Solo es un juego, Rosie… es para divertirse. —La
rubia alejo de mí, volteándome la mirada con desdén mientras yo sonreía de
medio lado, observando a Edward, quien asintió complacido ante lo que yo había
hecho, percatándome que era el turno de Jasper.
—Vamos, cielo, dame tu mejor bola —le soltó el vampiro
a Alice, la cual me observó detenidamente y luego a Jasper, quien le asintió
indicándole que estaba listo, haciéndose el lanzamiento con furia, a lo que el
sufrido rubio no la dejó llegar hasta mí, logrando tremendo cuadrangular, el
cual me hizo perder por completo la visión de la bola.
—Esa se perdió —notifiqué al no poder ver hacia donde
se había ido la pelota, pero Edward y Emmett ya se había adentrado al bosque en
busca de esta, mientras que Jasper llegaba a Home sin problema alguno y Emmett volvía con la pelota, aunque ya
era demasiado tarde—. Sorry, el rubio anotó a favor. —Emmett pateó y refunfuñó
mientras Edward lo observaba con una amplia sonrisa, al ver a su hermano
irritado.
Carlisle era ahora quien tomaba el turno al bate,
posicionándose de manera elegante en el home
mientras Alice alzaba el rostro para verle, a lo que el doctor asentía y la
chica soltaba el lanzamiento.
Aquel batazo retumbó en conjunto con uno de los
truenos haciéndolo aun más sonoro de lo que en realidad era, pero no fue lo
suficientemente fuerte, ya que Emmett saltó, tomándose de un tronco viejo,
subiendo lo bastante alto como para alcanzarle, atrapándola en el aire, a lo
que informé rápidamente.
—Out. —El doc. Suspiró derrotado mientras que Emmett
festejaba aquella atrapada y la rubia alegaba por demás encantada.
—Así se hace, hombre mono. —Ella le arrojó un beso,
observando como Emmett simulaba atraparle, introduciéndome el dedo en la boca,
haciendo arcadas ante aquella cursilería, sin hacerse esperar las risas de
Edward, Alice y Esme, a lo que la rubia me volvió a rugir con cara de pocos
amigos.
Me encontraba por demás divertido, sin importarme un
reverendo pepito si la rubia se ulceraba o no.
—Me toca a mí —notificó Esme muy cariñosamente posicionándose
y asintiéndole a Alice, pero la chica no se movía.
—Alice —llamó Jasper a su pareja intentando sacarla de
aquel transe, pero ella siguió inerte en su puesto, mirando como Emmett y
Edward volteaban a sus espaldas, mientras Carlisle y los demás se colocaron muy
cerca de mí, contemplando hacia donde Edward y Emmett observaban.
—Alguien se aproxima —informó Edward casi
desapareciendo y reapareciendo a mí lado tan rápido que ni si quiera me había
dado cuenta.
—¿Qué sucede? —pregunté observando como todos se
tensaron y Alice, quien al fin reaccionaba, le pidió a Edward, acercándose a
él.
—Llévatelo de aquí. —Por supuesto Edward no se hizo de
rogar, tomándome de las muñecas con fuerza, halándome para alejarme de aquel
lugar, sacudiéndome su agarre, mirándole ceñudo.
—No voy a moverme de aquí si no me dices lo que
sucede. —Edward volteó a verme, primero a su mano, las cuales ya no me
sostenían, y luego a mí.
—Jacob, por favor —soltó el vampiro tomándome
nuevamente con fuerza de las muñecas, halándome aun más fuerte.
Tres efluvios completamente desconocidos para mí se
encontraban en aquel lugar, volteando a ver hacia donde todos miraban,
contemplando cómo tres personajes algo extraños, por la vestimenta, se
acercaron a nosotros.
Edward volvió a halarme, pero yo, tomándole de la
muñeca del mismo modo en que él lo había hecho, lo atraje hacia mí, soltándole
a escasos centímetros de su rostro.
—No voy a huir, Edward… ¿Acaso no son conocidos de
ustedes? —El negó rápidamente con la cabeza.
—Y no tienes ni idea de lo que están pensando —soltó
el chico, volviendo a querer tomarme de la mano, pero yo, echando mis brazos
hacia atrás, le pregunté apremiante.
—Dímelo. —Él apretó las manos en un puño, escuchando
lo que los recién llegados le decían a los demás.
—Caramba… no sabía que estas tierras tuviesen un
aquelarre tan grande.
Soltó el alto hombre de color sonriéndole a todos, observando
a ambos compañeros, a su izquierda se encontraban una mujer pelirroja y un
hombre rubio de larga cabellera, ambos no dijeron nada, ya que simplemente
tenían sus ojos clavados fijamente en mí.
—¡Jacob, por favor! —Volvió a exclamar Edward casi de un
modo implorante.
—Pues sí… bienvenidos a Forks —respondió Carlisle muy
amablemente.
—Gracias —alegó el único de los tres que se dignaba a
hablar—. Mi nombre es Laurent, la hermosura que está al lado de mi amigo es
Victoria y pues como ya dije antes… mi amigo James. —Ambos siguieron
observándome detenidamente, mientras Edward susurró a mi oído, posando uno de
sus brazos en mis hombros.
—Son nómadas… van de ciudad en ciudad alimentándose,
al parecer ya han matado a varios acá y saben que hay un humano cerca… y que
eres tú, Jacob. —La verdad no me sentía para nada a gusto en aquel lugar a
sabiendas de aquello, así que simplemente comencé a caminar lentamente mientras
escuchaba a Carlisle seguir la conversación con el nómada.
—Pues bienvenidos de nuevo, nosotros somos el clan
Cullen —Volvió a decir Carlisle en un tono amable—. ¿Qué les parece si jugamos
un partido amistoso? —Yo me giré para retirarme con Edward, el cual me tenía
abrazado con fuerza hasta que de repente este soltó sin tan siquiera darme
tiempo a pensar.
—¡No!... —Y dicho aquello me giró dejándome a sus
espaldas y posicionándose agazapadamente a punto de atacar a James, quien era
el que se abalanzó hacia nosotros, mostrándonos sus dientes.
—¿Por qué no compartes a ese humano? —preguntó el
nómada, mientras que los demás tomaron la misma posición de defensa en contra
de los tres nómadas.
—¡Hey!... el chico viene con nosotros. —Escuché decir
a Carlisle, pero justo en ese momento, James le saltó encima a Edward, comenzando
a pelearse como fieras salvajes, mientras la pelirroja simplemente observaba
divertida, separándose un poco del tumulto y Laurent rodó los ojos al ver el
comportamiento de su compañero.
James mantuvo a Edward tomado por la cabeza,
posicionado desde atrás, donde Alice intentó ayudarle en conjunto con Jasper y
Emmett, pero la pelirroja ya le había saltado encima a Jasper, mientras que
Laurent se interpuso entre Emmett y su afán de ayudar a su hermano.
Me acerqué a Edward observando cómo alzó la mano a modo
de que me detuviera, haciendo una maniobra de lucha libre, logrando soltarse
del agarre de James.
—Basta, ¡basta por favor! —Se escuchó la dulce voz de
Esme casi quebrada, mientras que Carlisle se acercó raudo a ellos.
—Por favor… no veo el motivo de la disputa… ya les
hemos dicho que el chico viene con nosotros, deberían respetar eso. —Pero James
volvió a atacar a Edward, arrojándolo al suelo y posando su pie sobre la
espalda del chico, y tomando sus brazos, comenzó a halarlos hacia atrás,
tratando de desprenderlos.
Rosalie y Emmett seguían intentando deshacerse por las
buenas de Laurent, mientras que Alice y Jasper hacían lo mismo con Victoria, la
cual no me quitó la mirada de encima, sonriendo por demás divertida.
Al escuchar como los brazos de Edward tronaron ante la
fuerte presión que ejerció James, mi mente no lo soporto más y comencé a
temblar incontrolablemente, aumentando mi calor corporal y en segundos toda mi
ropa salió disparada en trozos y un gran lobo ámbar se plantó en escena ante
los ojos atónitos de todos, ya que ni la familia de Edward me había visto
cambiar de humano a lobo, donde James soltó a Edward y comenzó a echarse para
atrás, mientras le rugía al asustado nómada, mostrándole los dientes, percibiendo
como mi mente volvió a conectarse con la de Edward, observando cada uno de los
pensamientos de aquellos tres chupasangres.
Laurent, al parecer se encontraba hastiado de las idioteces
de James, mientras que James solo era un cazador que lo hacía por placer más
que por el mismo deseo de saciar su sed, y la pelirroja simplemente me
observaba más que con sed de sangre, con sed de deseo carnal, percibiendo el
hastío que sentía por James, buscando a alguien nuevo para convertirlo y que
fuera su nueva pareja, y al parecer, el ticket ganador de aquella lotería me la
había ganado yo.
Observé a Edward, quien se incorporó aún aturdido por
aquel enfrentamiento, mientras que James me miró sin poder creer lo que veía.
—Así que después de todo, es la mascota de la familia,
¿no es así? —soltó el maldito nómada muerto de risa, girando el rostro para
observar a sus otros dos compañeros, pero ante la ira que aquello me había
producido, no dejé que su mirada volviera a posarse en mí, y lanzándome encima
de aquel despreciable vampiro, clavé mis dientes sobre el cuello del inmortal,
apretándole tan fuerte, que comencé a sentir como se le desprendía lentamente
la cabeza del cuerpo.
—¡Nooo!... —gritó la pelirroja, más de un modo actuado
que sintiendo verdadera compasión por el que había sido su pareja por largos
años, y sin tan siquiera hacer un gesto para ayudarle, dejó que yo desprendiera
por completo la cabeza de aquel chupasangre, sintiendo en mí, aquella sensación
grata de haber destruido la vida de aquel cegador de almas humanas.
Laurent y Victoria se miraron el uno al otro, el afroamericano
no sabía qué hacer mientras que la pelirroja comenzó a actuar.
—Juro que estas me las pagan, Cullen. —Y dicho
aquello, huyó por el sendero de donde habían salido, acompañada de Laurent, que
no tenía la más mínima intención de quedarse allí solo.
Observé a los Cullen, quienes me miraron fijamente,
como asustados, percibiendo la mano fría de Edward sobre mi pelaje.
—¿Que les dije?... Jake es sorprendente, ¿no? —Me rascó
detrás de la oreja, mientras Emmett soltó por demás emocionado.
—¡Vaya!… al fin podré tener una mascota… ¿No los
podemos quedar, mami? ¿Podemos, podemos, podemos? —preguntó el muy malnacido,
dando saltitos de emoción, observando a Esme, intentando imitar la voz de un
niño pequeño, rugiéndole, tratando de asustarlo para que dejara de molestarme, pero
el muy desgraciado tornó el rostro serio, espetándome mientras me señalaba de
manera retadora.
—Jacob… ¡siéntate!... hazte el muertito y rueda o no
te daré tu Purina Dog Chow. —Jasper sonrió y Rosalie arqueó una ceja de manera
maliciosa, divirtiéndose con las idioteces de su pareja, mientras que Edward rió
negando con la cabeza.
—No te recomiendo que lo molestes, Emmett… mira lo que
acaba de hacer él solo en contra de un nómada.
Le volví a rugir, simulando el saltarle encima, a lo
que Emmett se echó hacia atrás y Edward volvió a reír, palmeándome el lomo, mientras
observaba a Carlisle, quien contempló el cuerpo inerte de James, sacándose un
encendedor de bolsillo para prenderle fuego al cuerpo ya sin vida del vampiro,
el cual comenzó a consumirse rápidamente.
—Solo espero que esto no nos traiga problemas. —El
rostro sombrío de Edward y sus pensamientos me dibujaron unos seres aun más
peligrosos que los tres nómadas a los que habíamos enfrentado.
Un aquelarre grande, con túnicas negras y ojos
completamente rojos, rostros fríos y crueles. Miré a Edward pero él siguió ensimismado
en aquellos seres que parecían de película de terror, así que en mi afán de
sacarlo de sus oscuras elucubraciones, le di una lamida juguetona en el rostro,
a lo que el chico volteó a verme con aquella típica cara suya de apenado sin
rubor, mientras todos comenzaron a reír y Alice saltaba de un pie a otro como
niña encantada ante aquello.
“Jacob, basta por favor”, pensó el chico, limpiándose la cara, riéndome
internamente, observando cómo Edward comenzó a caminar hacia la casa, siguiéndole,
mientras el resto de la familia empezó a caminar detrás de nosotros.
Era
extraño… pero me sentía más a gusto, más en familia junto a ellos que con mis
hermanos de tribu e incluso que junto a mi propio padre, aunque con ellos
estaba aquella unión de Quileutes, con los Cullen al fin no debía ocultarme y
ser simplemente lo que era, un espectacular hombre lobo.
Ok, eso no me lo esperaba (risa). Definitivamente jake no deja de sorprenderme. Me gusta que ya se note más confianza entre ellos peo aun así, No puedo creer qué Edward perdiera la pelea…ósea es Edward (risa). De solo imaginar el cómo fue el partido, me emocione. Me encanta el papel de Emmett siempre lo he visto fascinante y que ahora moleste a Jacob- “Jacob…Siéntate- fue aún mejor.
ResponderEliminarAhora que ya no está James rondando como en la película, no creo que a su vez sean los Vulturis, digo, Victoria no puede ir así como así y decirlo. Ella causa peores problemas que los Cullen...
El momento en qué Edward le abraza a Jacob fue un poco lindo, me refiero al hecho de que Jake se dejó, así sin más. Ojala y avancen un poco más. Hasta pronto-By mahô