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martes, 16 de septiembre de 2014

Reseña de Shanbyath: el encuentro con mi arbol de vida



See all reviewsFormato: Versión Kind
Peso: 964 KB
Longitud de impresión: 185 paginas
Vendido por: Amazon.com
Idioma: Español
ASIN: B00M13S51A

Sinopsis:
Shanbyath, el encuentro con mi árbol de vida. 

Es una historia basada en la fe, esa fe que nos permite creer en quienes somos más allá de la especie como seres humanos, sino dentro de nosotros mismos, la fe que nos deja creer en "el alma". Así como el amor, que entre almas nos pudiéramos tener. 

Es un recorrido hacía un mundo tal vez para muchos desconocido o inexistente, donde las almas son gemelas idénticas desde su origen. 

El mensaje de amor que está escrito en esta historia ha nacido desde el corazón, no se inspira, ni se apega a ninguna religión, ya que el concepto de Dios aquí plasmado es sencillamente aquel Dios de amor universal. 

María Manuela Alvarez Elías

Reseña:

Debo admitir que no es mi tipo de lectura… y aun así… le he terminado… ya que me gusta terminar lo que empiezo… para empezar… me imagine un libro que hablaba de Dios desde una perspectiva más bíblica… y no fue así… eso me gusto, porque no me gusta la biblia y lo que ella contiene.
Mi perspectiva de lo que somos y lo que venimos a hacer en esta vida… es un poco parecida a lo que la autora quiso trasmitir… hay cosas que no comparto con ella, como que cada uno decide en que sexo nacer… si fuera así… no existirían tantas personas Transgenero que sufran lo que es sentirse atrapadas en un cuerpo equivocado.
Es un libro que te llega al alma sin duda… te deja un sabor dulce, aunque tiene sus errores, tanto gramaticales como de ortografía… pero vamos… un libro que no me deje, en estado depresivo como me han dejado unos cuantos, sin duda merece mi respeto, aunque no sea del todo mi agrado.
Jambdell y Shanbyath… los protagonistas, son personas nobles… ella un tanto sufrida, supongo que es la perspectiva que la escritora quiso plasmar en ella… mientras que él es su caballero andante, el hombre que toda mujer desearía… que recorra continentes, galaxias y vidas enteras tan solo en busca de su amada alma gemela.



Lindo final… y ame una de las frases que usabas al comienzo de cada capítulo.
“Cuando creemos estar solos, perdidos, desconsolados, afligidos, cuando creemos que no habrá posible solución a lo que nos atormenta, buscaremos exhaustivamente hasta encontrarla, tal vez si buscáramos dentro nuestro existiría la probabilidad de que la solución que encontremos sea la mejor”
Libro interesante ya que creo en la reencarnación y que podemos recordar ciertas vidas pasadas.


Una de las escenas que mas me gusto fue cuando ella meditaba y todos se le acercan y le pregunta si esta loca o es bruja... me recordó mucho a mi época de juventud, donde dejaba de asistir a la prepa para irme al parque, cercano a esta.
Amaba recostarme en la hierba y ver danzar a los arboles y admirar como los rayos del sol se colaban por entre las ramas... me llaman loco, ya que pasaba largas horas en eso... me calmaba... era un chico rebelde... creo que aun lo soy aunque no sin causa.
también abrazaba a los arboles... tengo tiempo que no lo hago... años... sin duda me tomare el tiempo para volver a aquel lugar con mi hijo.

Yo lo obtuve gratuito... pero e de admitir que 5,°° $ me parece un poco costoso... aunque con la sensación de paz que te deja, bien lo valdría... lo dice un ateo, que se a dejado cautivar por el libro.

pequeñas acotaciones:
*El libro podría tener una portada mas llamativa.
*Los diálogos podrían estar mejor realizados... no se sabe a ciencia cierta quien esta hablando y todos parecen robot... la escritora deberías de tratar que en cada dialogo existan expresiones, movimientos, y explicación contundente de quien esta hablando.

por lo demás... muy ameno.

Adquirir el libro aqui

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Blog de Sheyla Drymon: Novedades de esta semana

Blog de Sheyla Drymon: Novedades de esta semana: C omenzamos Septiembre, adiós al verano o al menos es lo que parece porque el día más gris no podría haber comenzado y con un frío "...

Pensadero de Pasiones: Amor, pasión y traición.

Pensadero de Pasiones: Amor, pasión y traición.: Que alegría saludarlos, muchos apapachitos a todos los pensadores apasionados, aquí les recomiendo esta maravillosa novela, Erick A. Martín...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Astaroth... el mejor amigo del mundo


Ante los ojos de Stephano.

Llegué a una pequeña plaza… estaba algo descuidada y al parecer no era del agrado de muchos ya que esta se encontraba sola.
—Perfecto —solté mientras sacaba mi Ipad buscando el libro que había descargado.
Comencé a leer tratando de olvidar el incidente con la rubia sintiéndome en otro mundo.
Amaba leer, este era uno de los mejores momentos en los que podía disfrutar de un buen texto, así que decidí quedarme allí hasta la hora de irnos de vuelta al colegio.
Al cabo de una media hora más o menos comencé a escuchar algo que revoloteaba a mí alrededor, alzando el rostro contemplé que se trataba de un doxy.
—¡Rayos! —solté al imaginarme que aquella cosa no estaría sola, y que de seguro solo andaba en reconocimiento para llamar a las demás.
Invoqué mi báculo observando como el pequeño animal lo que buscaba en realidad era acercarse al Ipad; dejando éste en el banquillo, contemplaba como el doxy se posaba en sus cuatro patas tocando el aparato que comenzaba a hacer diversas funciones, apuntándole con mi báculo por si se decidía a atacarme o a llamar a los demás.
El bichito seguía haciendo sonidos y pulsando la pantalla táctil hasta que hizo sonar el mp4, contemplaba como comenzaba a bailar como si alguien le hubiese entrenado.
—¿Qué rayos? —soltaba yo entretenido percatándome que en su cuello tenía una pequeña bufandita en rojo y blanco.
La criatura seguía bailando mientras escuchaba decir a mis espaldas.
—Baja tu báculo, no te hará daño.
Yo volteaba a ver a Astaroth que venía con una pequeña cajita negra en sus manos.
—¿Es tuyo? —Él me asentía mientras se acercaba a la silla destapando la caja sacando un diente de dragón bebé, el cual colocaba en el banquillo guardándose los demás.
El doxy volteaba a ver a Astaroth y luego al diente, lanzándose sobre éste comenzando a roerlo con sus pequeños dientecitos afilados como si fuera un trozo de pan.
—¿Tú le enseñaste a bailar? —Él negaba con la cabeza mientras yo pulsaba el botón para detener la música, observando cómo el doxy volvía a pulsarlo para hacerla sonar de nuevo, volviendo a degustar el diente.
—No…. Él aprendió solo, le gusta la música. —Yo le asentía observando al animal y luego a Astaroth, sin poder creer que lo tenía a mi lado sin soltarme algún insulto.
—No sabía que tenías una mascota —le exclamé al chico, el cual me respondía sin dejar de mirar al doxy.
—No es una mascota muy común, y de seguro sería un problema el tenerlo en los dormitorios… lo llevo conmigo cuando estoy fuera, pero en el colegio tengo una amiga que me lo cuida.
—Entiendo. —No dejaba de mirar aquellos grandes ojos azules que me tenían encantado.
—¿Cómo se llama? —Él me miraba fijo para luego tomar a la diminuta criatura entre sus manos, soltándome en un tono serio.
—Downy. —Él se levantaba con el animal en la mano a punto de irse, mientras yo me ponía de pie tomando el Ipad caminando detrás de él.
—Me asusté, pensé que andaría en manadas y temí que me dejara sin dientes.
Solté aquella estupidez tratando de buscarle conversación.
—Pues ya no debes preocuparte —soltaba él en un tono seco siguiendo su camino, observando como el animal volaba de sus manos hacia mí en busca del Ipad.
—¿Downy?... ven aquí. —Yo alzaba mi mano con el Ipad observando como el bichito pulsaba los botones haciendo sonar la música, comenzando a bailar de nuevo.
—No, basta… ya se acabó la música —soltaba él tomando al diminuto ser que comenzaba a chillar y a aletear para zafarse del agarre del muchacho.
—Déjalo, no me molesta.
—A mí sí —soltaba él ya empezando a molestarse, tomando a la criatura y metiéndola en su bolso, comenzando a caminar mientras yo le seguía.
—Astaroth, please… solo dime porque me odias.
El muchacho se detenía soltándome de mal humor.
—Ya te dije que no te odio, simplemente me incomoda que vivas expresando a viva voz lo que sientes por mí.
El chico volvía a retomar su andar haciendo que yo también me movilizara.
—No me sigas maldición… entiéndelo, no me gustan los hombres y menos como tú.
Yo sonreía mientras le soltaba.
—Aquel que no le gusta los hombres simple y llanamente afirma que no le gustan, no argumenta que no le gustan de una forma o de otra.
Él fruncía el ceño mientras yo sonreía ofreciéndole una disculpa, alegando que lo que menos quería era irritarlo más de lo que ya estaba.
—Pues deja de joderme —soltaba él dándome la espalda, a lo que yo soltaba tratando de lograr que se quedara.
—Pues como dijo Thomas, o nos aprendemos a llevar o él mismo nos obligará.
Al parecer aquello le había valido madre y simplemente siguió caminando como si nada, dejándome en aquel lugar deseando más de su compañía.