Capítulo 5
¿Quién salvó a quién?
A ojos de Jacob
Había terminado de comer mientras los chicos aún
conversaban sobre lo grave que se encontraba el papá de Leah.
—Al parecer cada día está peor —notificó Sam observando a Leah, la cual se encontraba algo afligida.
—Mmm… que mal… cuanto lo siento —alegué posando mi mano en su hombro… pero justo en ese momento, sentí unas inmensas
ganas de reír, y sin poder contenerme, solté la carcajada, completamente fuera
de sí.
—Jajajajajaja… —Todos me miraron como si estuviera loco.
"Maldita sea,
¿qué me sucede?"
Me pregunté una y otra vez, mentalmente, tratado de
controlar aquellas ganas de reír sin sentido, aclarándome la garganta.
—Mmm… Bien, supongo que Harry no deseará vernos tristes y mucho menos a
sabiendas de que se casarán pronto, ¿no creen?
Leah esforzó una media sonrisa y Sam la besó en los
labios para hacerla sentir mejor, mientras los chicos afirmaron mis palabras, librándome
así, del mal rato que había pasado con esas ganas incontrolables de reírme sin
motivo alguno.
—Bueno… será mejor que nos retiremos —soltó Quil, asintiéndole a su moción, levantándonos de las sillas, saliendo
a las afueras del colegio rumbo al aparcadero.
—Por cierto, ¿ya vieron a los nuevos?... asustan, ¿no te parece, Jacob?
—argumentó Embry observando hacia donde se
encontraban los Cullen.
—¿Qué?... aahh… sí… son algo ¡diferentes! —cité las palabras que el chico Cullen había dicho acerca de su
familia.
Una suave brisa fría me dio en el rostro,
enseñándome que no era buena idea venir sin chamarra al colegio aunque hubiese
amanecido el día soleado como lo había hecho hoy; por supuesto aquello no me
incomodaba, gracias a mi alta temperatura, no obstante debía fingir como los
demás que padecía de frío.
—Uuffsh… estos cambios de clima nos van a matar —argumenté abrazándome a mí mismo como si en verdad
me estuviese muriendo de frió, observando cómo los chicos cerraron las
cremalleras de sus chamarras y metieron las manos en los bolsillos.
—¿Jake?... ¿No quieres que te llevemos?... está lloviznando y no creo
que sea algo prudente que te vayas en esa motocicleta —preguntó Leah amablemente, pensando su propuesta por unos segundos,
aunque ella ya sabía muy bien mi respuesta.
—Saben que jamás dejaría aquí la moto.
Los chicos asintieron, comenzando a despedirme de
ellos, dejándose escuchar varias motocicletas y autos tratando de arrancar y de
dejar el aparcadero del colegio. Mi motocicleta se encontraba estacionada junto
al Chevy de Bella, el cual había sido mi antiguo auto por mucho tiempo.
Ella se hallaba parada justo en la puerta de su auto
escuchando música con sus audífonos puestos, esperando a que el aparcadero se
quedara algo solo para poder salir, ya que había una aglomeración de autos a la
salida.
Observé como el lujoso convertible se alejó a la
distancia, volteando a ver donde se encontraba el extraño chico de Biología, encontrándole
recostado del Volvo que había llamado mi atención esta mañana. Me miró como lo había
hecho el primer día de clases, estaba serio y me fulminaba con la mirada.
"¡Qué Bien! Ya
le dio uno de sus ataques bipolares".
Volteé el rostro, comenzando a caminar rumbo a mi
motocicleta, mientras Bella seguía de espaldas a mí, observando cómo se movía
al compás de la música que escuchaba.
Un rechinido agudo me sacó de mis pensamientos, volteando
rápidamente el rostro, observando como la vans de Tyler se aproximaba a toda
velocidad hacia donde se encontraba Bella.
"¡Oh mi Dios,
no!".
Lancé la mochila al suelo, corriendo a gran
velocidad hacia donde estaba ella sin pensar en las consecuencias de aquel
acto.
—Bella…
Grité a viva voz, tratando de que se diera cuenta de
lo que se le avecinaba, donde la chica giró su rostro, quedándose completamente
petrificada, teniendo que saltar hacia ella, tomándole entre mis brazos,
curvando mi cuerpo para que el impacto lo recibiera mi espalda.
Un estruendoso golpe sonó seco y fuerte como el del
acero golpeado por una gran pared de concreto, quedando todo en silencio.
No sentí nada, esperé un intenso dolor en mi espalda
que de seguro sanaría a los días, pero en vez de eso una inmensa oleada de frío
se apodero de mí, junto a ese olor dulce y agudo que volvió a punzar en mi
garganta.
Giré mi rostro sin soltar a Bella, donde pude
observar de cerca el rostro de Edward, quien se encontraba a mis espaldas con
una de sus manos apoyadas en el viejo Chevy y la otra en la vans, mirándome
fijamente con los ojos desorbitados. Tragué grueso sin dejar de verlo, mientras
él despegó sus manos de ambos autos, y colocando su dedo índice sobre sus
labios, siseó a modo de incitarme a callar y que no dijera absolutamente nada.
Bella mantuvo su rostro enterrado en mi pecho, sin
poder ver lo ocurrido. Edward se esfumó sigilosamente entre los dos autos antes
de que llegara la multitud.
—¿Bella?... —le llamé tratando de sacarla de su
estado catatónico, pero ella siguió aferrada a mí, sin dejar de temblar. Poco a
poco se fueron acercando hacia donde nos encontrábamos ella y yo.
No sabía si hacerme el herido o levantarme con ella
en mis brazos como si nada, pero mis piernas no respondieron, aún podía ver el
rostro de Edward a escasos centímetros del mío con aquella mirada perturbada
como si se hubiese arrepentido de lo que había hecho.
—Hey… ¿Se encuentran bien? —preguntó
Eric con cámara en mano, observándole detenidamente, mientras los demás
curiosos se aproximaban.
—Si te atreves a tomarnos una foto, juro que te romperé todo lo que se
llama cara.
El chico se guardó la cámara, dejándose escuchar las
sirenas de la ambulancia, que de seguro habían sido llamadas por alguno de los
profesores, decidiendo quedarme en el suelo junto a Bella, quien comenzó a
reaccionar, observando todos a su alrededor.
la pregunta es... a quién quería salvar Edward? a Jake o a Bella.... jummm
ResponderEliminarPor qué arrepentido? no comprendo,será mejor continuar leyendo^-^ gracias por compartir-By Mahô