Quiero entregarles uno de mis primeros trabajos amateur, que
tuvo mucha aceptación en fanfic a pesar de lo horrible que escribía en esa
época... Me he dado cuenta que sigue llamando la atención de mucha gente, así
que he decidido compartirla con ustedes, ya que hasta hay varias páginas que lo
han montado, y aunque en unas han colocado mi Facebook y mi Twitter, en otras
simplemente lo montan y no dan crédito al creador... A pesar de ser un fanfic,
para mí es grato saber que hasta muchos amantes del Slash que odiaban esta
saga, amaron mi versión homoerótica.
De ante mano pido disculpas a quienes ofenda con mi
Fanfic... Y a quienes les guste, les invito a comentar... Un beso.
Los personajes usados para este FANFIC son propiedad de
Stephenie Meyer... Y solo de ella... Así como también su historia original, la
cual he tenido el atrevimiento de tomar, ya hace mucho tiempo atrás, para crear
este Slash, que he vuelto a retomar, editándole todas las horrorosidades y
errores que tenía, tratando de hacerlo mejor y más grato al lector... De
antemano... Gracias, por el apoyo a este primer trabajo amateur, mejorado.
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Capítulo 1
El comienzo
A
ojos de Jacob
La prepa había comenzado nuevamente… un nuevo año escolar se dibujó
ante nuestros ojos, era el último año en la preparatoria y había un indicio de
que las cosas iban a ser completamente diferentes este año.
Habíamos dejado de ser los mocosos que se aventabas rollos de papeles
mojados con saliva a la cara, para ser los jóvenes prometedores del mañana.
—¡Jacob!
Gritó Mickey Newton tratando de llamar mi atención… Volteé rápidamente
a sabiendas de lo que se avecinaba.
Había lanzado la bola de baloncesto directo hacia mi rostro… pero yo
sabía muy bien de sus malas jugarretas y él, al desconocer mis dotes de lobo…
ágil y veloz detuve el balón con gran rapidez… todos observaron asombrados
menos Newton, quien lo veía como un acto más de chico malo y presumido.
—No
por nada soy el capitán del equipo, Newton.
Solté con una amplia sonrisa mientras él me mostró su dedo medio con
gesto de mal humor en su rostro, a lo que simplemente sonreí y seguí observando
a las tres brujas de Isabella, Ángela y Jessica… que como siempre eran las
primeras en saber los nuevos chismes de la escuela.
Bajé de mi motocicleta y dejé el casco en la parte trasera de la
misma… sacudiéndome la chaqueta para que cayeran las gotas que el roció
mañanero habían dejado sobre ella.
—Hola
Jake…
Saludó Isabella al percatarse de mi presencia.
—Hey…
—respondí
de mala gana… era la más bonita de las tres sin duda, pero si no fuera porque
era la mejor amiga de Jessica, quien era la peor de las tres brujas de “Blair”, a lo mejor la enamoraría… pero
sabía de antemano que eso sería decir adiós a mi privacidad y Bella le
comentaría todo nuestro noviazgo con pelos y señales y eso no lo iba a
soportar.
Entré al edificio y fui directo hacia donde se encontraban Quil, Embry
y Sam, que estaban recostados en los casilleros esperando a que Leah dejara sus
libros en la casilla correspondiente.
—Hola
Jake... —soltó ella con una amplia sonrisa.
—Hola
Leah… ¿Por qué la cara de alegría? —pregunté observando a Sam que de seguro era
el causante de su felicidad mañanera.
—¡Mira
esto! —me pidió ella acercando su mano derecha a mi rostro.
Un anillo de oro con una pequeña piedra de diamantes abrazó su dedo
anular, arqueando una ceja, observando a Sam, él cual negó con la cabeza
mientras intentaba disimular la sonrisa que amenazó con escapar de sus labios.
—Woooow…
es genial… con que terminado la prepa se lanzarán al agua, ¿no?
Ella sonrió y asintió lanzándose a los brazos de Sam, el cual le
correspondió el abrazo.
Era extraño todo aquello… ya hasta mis amigos se iban a casar y
ninguno de ellos sabía lo que yo era… había podido ocultarlo desde el segundo
año de secundaria, el cual fue uno de los peores años de mi vida al descubrir
en lo que me había convertido.
Hasta mi padre lo había logrado ocultar al igual que yo, ya que a él
también le había pasado en su juventud.
—Brujas
aproximándose… —soltó Embry, sacándome de mis pensamientos… volteando a ver de quiénes
se trataba, observando cómo las tres chicas pasaron por enfrente de nosotros
hablando más que unas cacatúas.
—¿Viste
su auto? —dijo Ángela refiriéndose a Jessica.
—¡Estaba
más entretenida en sus hermosos ojos ámbar y su sonrisa que en el auto, Angie,
por favor! —respondió Jessica observándola de mala gana.
—Y
su rostro… ¡Dios mío! parece tallado en mármol —soltó Bella con ojos de
ensueño… sin duda había una nueva víctima para ellas… algún chico nuevo de alguna
ciudad cercana a Forks.
Las tres chicas se perdieron por el pasillo entre el vaivén de los
estudiantes que buscaban rápidamente sus respectivas aulas de clases, mientras
que yo simplemente negué con la cabeza y me limité a decir.
—Bueno
chicos, les deseo buena suerte y toda la felicidad para ambos. —Leah
me abrazó y me susurró al oído.
—Tú
serás el padrino. —La joven se apartó de mí para observar mi reacción.
—¡VAYAAA…
gracias!
Argumenté más que contento por ser yo el padrino de ambos, esperando
que todo siguiera su rumbo normal en la ceremonia y que no pasara nada que
lograra alterar mis emociones y hacer de aquella fiesta algo desastroso…
siempre temía a esas reacciones mías… cuando perdía el control de mis actos a
causa de mi transformación… de solo imaginármelo me daba pánico, aunque no era
como los hombres lobos de las historietas… tenía conciencia de quien era
después de transformarme y hasta lograba leer la mente de las personas… algo
que a veces odiaba… ya que era muy perturbador estar en la mente de Jessica, o
peor aún, de Newton con esas asquerosidades que se imaginaba con Bella en los
baños del colegio.
—Bueno…
a clases que estamos algo retrasados.
Dijo Sam posando su brazo en los hombros de Leah y ella los suyos en
la cintura de este… caminamos todos juntos rumbo al salón de biología, una de
las materias que más me encantaba y la que mejor llevaba en el colegio. Todo
iba perfecto y normal hasta ese momento… jamás pensé que ese día… sería el
comienzo de todo aquello que se avecinaba.
Capítulo 2
El encuentro
A
ojos de Jacob
Entramos a la clase de Biología. Leah y Sam, que eran los que veían
conmigo esa clase, ya que Quil y los demás estaban en el 4 año de prepa, se
sentaron al final del lado derecho del salón.
Bella, Jess y Angíe… se encontraban delante de ellos y Newton detrás
de mí, mientras que yo me sentaba como siempre solo en el primer puesto, ya que
no me gustaba tener compañero de biología porque detestaba tener a alguien que
me dijera qué hacer y que no, o peor aún, alguna de las “Blair” babeándome los músculos todo el tiempo.
El profesor Banner entró como siempre haciendo callar a todos… dejó
sus libros en el escritorio e hizo señas a alguien que estaba fuera.
—¡Ven
pasa!... Tranquilo que no mordemos… jeje —soltó el profesor
tratando de ser gracioso.
"Hable por usted mismo,
profesor"
Pensé para mí al darle vueltas a la frase que había soltado.
Un chico delgado y algo desgarbado entró al salón, era de cabellos
cobrizos y sus ojos eran de un tono acaramelado… las chicas suspiraron al verle
entrar.
"Ridículas"
Pensé mientras buscaba una libreta en mi mochila… una suave brisa entró
por la puerta trayéndome el aroma que expedía aquel muchacho. Era algo que no
había olido nunca en mi vida… quemaba en la garganta… era un olor dulce y
empalagoso como si hubiesen quemado malvaviscos en una fogata de helecho; levanté
mi rostro y él me observó fijamente.
—Bien
chicos él es nuestro nuevo alumno, el señor Cullen se cambió a esta zona
gracias a su padre que aceptó el trabajo de medico en jefe del hospital de
Forks… démosle una cordial bienvenida.
Todos saludaron al unísono, menos yo quien le observó tan fijo como él
a mí, tragando grueso tratando de eliminar ese ardor en mi garganta.
"Ha de ser una
nueva fragancia de la Coste o algo así”
Nadie podía oler como él y que fuera natural… de seguro era un chico
pretencioso que le gustaba bañarse en perfumes caros para que las idiotas como
Jessica babearan por él.
—Bueno,
Sr. Cullen… puedes sentarte junto al joven Black.
"Genial"
Pensé mientras enterraba mi cabeza en el libro de biología… el chico
caminó con mucho silencio, casi ni se le escucharon los pasos y eso que mi oído
era mil veces más sensible que el de cualquier ser humano.
Se sentó a mi lado y un escalofríos se apodero de mí… el chico emanaba
un frío glacial de su cuerpo. Traté de alejarme lo más que pude de él, pero lo
que conseguí fue tropezarlo con la mochila.
—Lo
siento.
Solté entre dientes pero él no dijo nada… solo se quedó estático como
estatua de piedra observando a la pizarra… era un chico bastante raro, aunque
al parecer solo yo lo notaba, ya que Jessica, Angíe e Isabella lo miraban como
si fuera la última Coca-cola del
desierto.
Y los demás chicos lo veían como un adolescente normal, a diferencia
de Newton, que de seguro por estar enamorado de Bella y el verla tan interesada
en el muchacho le causaba urticaria de la envidia.
La clase comenzó y todo iba normal… salvo por la rigidez del chico que
me incomodaba… parecía como si estuviera muerto y ese olor que me quemaba la
garganta a tal grado de ser asfixiante.
Las horas pasaron y era cada vez más agobiante estar a su lado… giré
poco a poco mi cara, observándole de soslayo; al parecer él intentaba hacer lo
mismo conmigo… eso me sorprendió y giré mi rostro por completo.
—¿Te
sucede algo?
Pregunté esperando una respuesta que jamás llegó… él volteó el rostro
y se enfocó en su libro de biología que, al parecer, no le era muy atractivo.
Seguían pasando las horas interminables junto al extraño chico… ya
hasta me estaba pensando que de seguro esta dejaría de ser mi clase favorita.
El timbre al fin sonó y el chico salió disparado del salón, como si
estuviera deseando al igual que yo que esta tortura a su lado acabara… tomó sus
cosas a una velocidad fuera de lo normal, pero al parecer nadie se había
percatado de aquello. Tomé mis cosas y salí del salón tan rápido como me dejaron
los demás estudiantes, el salón había quedado impregnado de su aroma y deseaba
tomar rápidamente aire fresco.
La tarde se fue velozmente entre el partido de básquet y la clase de
inglés… en la cual no volví a ver al chico nuevo… daba gracias por ello, ya que
me perturbaba demasiado su presencia.
Al ir hacia las afueras del colegio, recordé que no había entregado el
comprobante de las clases en las oficinas de la dirección.
—Chicos,
ahora los alcanzo.
Les grité a los muchachos que asintieron y siguieron su camino, mientras
yo entraba rápidamente en las oficinas, quedándome de pie en todo el medio de
la misma, ya que el chico Cullen estaba allí y hablaba con la secretaria.
—¿Está
segura que no puede hacer nada por mí?
Pregunto él casi como un ruego, pero la secretaria le informó que no
podía ya hacer el cambio para ninguna de las clases y que debía de quedarse en
Biología.
Aquello no lo podía creer… al parecer el chico se sentía tan
perturbado a mi lado como yo me sentía con su presencia, algo no estaba bien
aquí y no encajaban las piezas.
—¿Te
puedo ayudar en algo, mi lindo?
Preguntó la regordeta secretaria, quien me sonrió amablemente. El chico
volteó rápidamente, volviendo a tornar ese rostro tenso y tétrico como si algo
en mí le incomodara, girando nuevamente su rostro para ver a la mujer en
cuestión, respondiéndole de mala manera.
—No
importa, ya veo que es imposible, gracias de todos modos. —Dio
media vuelta, y volviendo a clavar sus odiosos ojos en mí, salió por la puerta
y desapareció de mi vista.
"Que bien, el
chico nuevo ya me tiene broncas y no sé porque"
No podía imaginar el porqué de su odio hacia mí, ni porque se ponía de
esa manera cuando yo estaba cerca.
¿Acaso él sabía algo de mí?... No, no podía ser eso, él no me conocía
ni yo a él. Debía de transformarme lo más cerca posible de él a ver si lograba
leer sus pensamientos y así poder averiguar cuál era la bronca conmigo.
Salí de la oficina, dejando el comprobante de clases con la secretaria
y salí rumbo a buscar mi motocicleta, quería largarme de allí de una buena vez.
Tomé mi casco y me lo coloqué… sequé el asiento con mi chamarra y me
monté rápidamente, ya los chicos se habían ido de seguro a festejar lo de Leah
y Sam, yo preferí irme a mi casa a tratar de descansar, este día había sido
algo loco y perturbador y ya no quería pensar más nada al respecto.
Continuará...
Así que solo Jake es un metamorfo....y desde ahora (el inicio)siente algo por Edward, no sabe qué es pero lo siente!. Es la primera historia que leo con un enfoque paralelo pero con partes únicas,que genial. Gracias por escribirlo, estaré al pendiente desde ahora de tu fic-By Mahô
ResponderEliminarparece interesante!
ResponderEliminarHola!!! Está genial! quiero más!! me encanta el enfoque que le has dado y el hecho de que Jake esté en el mismo instituto me encanta. Además, me mato de risa eso de las brujas jajaja yo las odiaba jeje
ResponderEliminarjajajajaja... Me alegra que te haya gustado.
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