¿Qué se puede decir, que sentir después de haber leído un
libro de la señorita Nut y poder englobar todo lo que ella deja en cada uno de sus
lectores?
La pregunta es difícil de responder o mejor dicho, es
imposible abarcar en una sola reseña lo que se siente, se padece o se vive con
cada palabra, cada escena, cada momento y sobre todo cada personaje.
Los haces tuyos, los vives, los lloras, los sueñas, ríes
junto a ellos, se te eriza la piel no solo en cada escena erótica, la acción,
el peligro y la adrenalina que se vive en “Océanos de Sangre” es algo difícil
de describir.
A pesar que muchas veces los libros escritos en tercera
persona no suelen llegarme al alma, Nut logra inyectar en cada uno de los
capítulos un trozo no solo del alma de los personaje, se siente el amor que la
escritora intenta dejar en el trabajo entregado, que terminas con deseo de más
y es eso mismo lo que me ha ocurrido y me duele en el alma saber que no abra
continuación, pero me llevo no solo el recuerdo de una lectura limpia, llena de
encanto que ha sabido transportarme a cada uno de los lugares plasmados en la
obra, las islas, las ciudades, los pueblos, las tabernas y sobre todo las travesías de cada navío.
Océanos de Sangre es más que una historia de piratas, donde
los protagonistas en una relación antagónica nos llevan por un recorrido de
situaciones y sentimientos que me han cautivado de un modo indescriptible.
Comenzando con Kert… un joven soñador, optimista, dulce y
sincero… El cual se enamora perdidamente del hombre más (me disculpan la
palabra) Hijo de puta del planeta, el Capitán “Ireeyi” un hombre cruel, odioso,
sanguinario, el pirata más desalmado del mundo, encantadoramente arrogante, ha
logrado enamorarme su personalidad, ya que no es del desconocimiento de quien
me sigue, que los chicos malo me enamoran, y es el personajes del Capitán
Ireeyi, quien se lleva todo mi amor, mis deseos más febriles, mi aprecio a tal
grado que sigo en mi mente, creando cada nueva batalla que jamás se vio,
encuentros amorosos que se quedaron sin plasmar y momentos que de seguro hasta
la misma escrito deseo entregarnos, limitándonos a los puntos más importantes
de la trama… (Pido disculpas si no es así, es mi humilde apreciación).
Una historia que no solo va de la mano de los protagonistas,
ya que “Pravian” mano derecha del Capitán, fiel amigo, primero a bordo después
de Ireeyi, no solo me ha encantado por su forma tosca y su buen humor, también
por ser la conciencia de un capitán que se resiste a darse una segunda oportunidad
en la vida, la oportunidad de amar y ser amado.
Lleno de odio y sed de venganza en contra de los Oren y los
Mayanta, Ireeyi nos transporta en su barco “El Dragón de Sangre” en una
travesía donde encontrara más que caos, muerte y destrucción, donde un
encantador muchacho “Kert” intentara lo que nadie en este mundo sería capaz de
hacer por conseguir el amor del ser más malévolo de los siete mares.
Debo admitir otra debilidad que tiendo a colocar mucho en
mis libros y que Océanos de Sangre tiene… los tríos, ese triángulo amoroso
entre Ireeyi, Kert y Nándor, el artillero de El Dragón de Sangre ha sido la
cereza del maravilloso postre que me he degustado al leer esta historia donde
la escritora ha logrado plasmar en cada palabra dicha, cada oración entregada y
cada situación creada un escenario tan real (Al menos para mí) donde por
momentos lograba sentir la brisa marina y el salitre que atiborraba mis fosas
nasal al punto de sentirme en aquel lugar lleno de encanto, o de situaciones en
las que cada uno de mis cinco sentidos se activaban a tal punto que, al
terminar cada capítulo sentía la necesidad irrefrenable de tener una vida
marítima como la de los personajes.

Algo que quiero recalcar mucho en mi reseña es el alma
masculina de la escritora (Sin que mi palabra no llegue a ofenderle) lo que más
he criticado en la literatura LGBT escrita por mujeres es que crean personajes
demasiado afeminados, poco creíbles y que me dejan un mal sabor de boca.
La señorita Nut pareciera sentir, amar, saboreas y ver la
vida ante los ojos masculinos de un alma que trasciende por completo su verdadero genero sexual, te
hace sentir entre hombres fornidos, aguerridos, sin un ápice de temor, crueles,
varoniles que más que sentir solo deseo hacia el mismo sexo, manifiestan un
sincero agrado hacia el sexo opuesto, donde su hombría a pesar de sentir
ciertos gustos, deja de manifiesto su verdadera identidad como hombres.
Es algo que he venido criticando en muchos trabajos y que
espero jamás ver en ningún libro de una de mis autoras favoritas, logrando una
vez más enamorarme de su obra.
Me he quedado corto ante lo que Nut me ha entregado con este
libro, que aunque lo presenta para un gran público… “Yo” Erick Martínez, lo he
hecho mío y personal, guardándolo en lo más profundo de mi alma y mi corazón,
donde sé que siempre mantendrá un lugar privilegiado entre todo lo que he leído
hasta ahora, esperando ver quien supera lo que ella ha logrado hacerme sentir
ante un trabajo de alta calidad.
Sin más que agregar… Solo queda invitarles a tomar sus
botas, su espada y sus ganas de vivir una aventura que más que ser literatura
homoerotica, como muchos acostumbran a entregar, (Solo sexo) es un mágico
lienzo en blanco, donde a cada capítulo se va plasmando cuadros surrealistas de
un mundo que te hará sentir atrapado en las fauces de una historia que te
envolverá y de donde no querrás salir… nunca más.
Gracias Nut… Por tan encantadora historia y por ayudarme
cada día a mejorar mi escritura y narrativa ya que solo aprendo de los mejores…
Saludos y un abrazo cordial.